Mire, usted y yo podemos estar aquí, charlando civilizadamente de literatura, siendo encantadores, y, poco después, yo soy capaz de levantarme y ejecutar a treinta habitantes del pueblo. ¡Eso cuesta mucho de creer, pero es así como sucede! Así era, es el gran enigma de la guerra, las personas que son ángel de día y diablo de noche.
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