A los cinco o seis años me perdí en La Paloma. Fui a comprar bizcochos a la panadería, a menos de dos o tres cuadras de la casa que alquilábamos ese verano, y no encontré el camino de regreso. Caminé y caminé, incapaz de orientarme, por calles de tierra y bosques de pinos que me resultaban familiares. El sol empezaba a entibiar ese aire fresco y salado que envuelve a los balnearios cuando se despiertan, y mi casa no aparecía. Tampoco sabía cómo volver a la panadería. Tuve fantasías vagas, fragmentarias, en las que me veía como una huérfana desvalida, y se me hizo un nudo en la garganta. De repente, reconocí el auto estacionado frente a la carnicería. Mi madre estaba comprando las provisiones para el almuerzo. “¡Hola! –me saludó– ¿Qué estás haciendo por aquí?”, y siguió hablando con el carnicero como si nada hubiera pasado...
(Para seguir leyendo,
pincha aquí) Según la mitología griega, Hesperia era un maravilloso jardín en un lejano rincón del Occidente donde se guardaban las famosas manzanas doradas. Como “manzanas doradas” – permítannos la metáfora un poco pomposa - de este blog, percibimos una serie de entradas y enlaces que consideramos que podrían contribuir a fomentar el interés por el idioma español. En este sentido, nuestro objetivo no es robarlas como el mítico Heracles, sino compartirlas con todo el mundo virtual hispanohablante...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Mapa de coronavirus
Buscar este blog
Datos personales
Categorías
- Aprender español (3)
- Arte y cultura (22)
- Astronomía (3)
- Ciencias (26)
- Cine (29)
- Cortos (20)
- Cuentos (17)
- Deportes (33)
- Dibujos animados (6)
- Documentales (11)
- Educación (9)
- Entrevistas (6)
- Filosofía (6)
- Frases para pensar (3)
- Historia (18)
- Humor gráfico (15)
- Lengua (6)
- Literatura (31)
- Mitología (5)
- Música (28)
- Noticias (37)
- Nuestro Mundo (47)
- Política (46)
- Psicología (22)
- Recetas (6)
- Salud (22)
- Sociedad (44)
- Varios (28)
0 comentarios:
Publicar un comentario